domingo, 26 de mayo de 2019

¿Quién es Frankie Manning?

Hoy -domingo 26 de mayo- se celebra el aniversario del cumpleaños de Frankie Manning, así que es una buena ocasión para hablar un poco de quién era ese individuo y porqué se le da tanta importancia en la cultura del swing.

Frankie Manning (1914-2009) fue un bailarín que vivió en el Harlem de los años 20 y 30 y estuvo profundamente involucrado en el nacimiento del baile que hoy conocemos como lindy hop. Nació en un pequeño pueblo de Florida, pero de pequeño se fue a vivir al neoyorquino barrio de Harlem, en pleno Manhattan. Sucedía en el Harlem de aquel entonces que muchos afroamericanos vivían allí, y por tanto la oferta de ocio estaba orientada hacia esta cultura. Tanto era así que Harlem estaba lleno de clubs y salas de baile (ballrooms) donde se podía disfrutar de jazz y música cercana a este género. Los estilos de baile que se podían ver en aquella época eran el breakaway, el charleston, el foxtrot y otros estilos que no han llegado hasta nuestros días.

Es en este Harlem en el que el joven Frankie Manning vivía, y aficionado a la música como era (pues su madre era profesora de baile) empezó a ir con mucha frecuencia a las salas de baile, y a construir toda su red de amistades en ese mundo.

Había diversas salas con bastante éxito: el Alhambra, el Renaissance y especialmente el Savoy. El Savoy era una sala enorme que permitía simultáneamente la entrada de personas blancas y negras, regentada por un tal Buchanan, en la que se consideraba que estaban los mejores bailarines de la escena y en la que se celebraban semanalmente concursos para entretener al personal. Frankie era un picado de la vida y estaba continuamente poniéndose retos para mejorar, y así practicaba, practicaba y practicaba con sus amigos, imitando a bailarines que les parecían muy buenos como Shorty Snowden (conocido como Shorty George, quien popularizó el paso con su nombre) y otra gente por el estilo.

En este estimulante contexto de cruce de estilos y sana competitividad, fueron fusionando e inventando pasos, hasta que cuando la gente empezó a tener la mosca detrás de la oreja con aquel nuevo estilo que estaban bailando, unos curiosos le preguntaron a Shorty Snowden: Oye, ¿qué es eso que bailais? Y como justo en aquel momento estaban conmemorando el primer vuelo en avión sobre el Atlántico por el piloto Charles Lindhberg (Lindy para los amigos), Shorty respondió:  We are doing the Lindy Hop! (traducción: ¡estamos haciendo el salto de Lindy!)

Y así, o al menos eso cuenta la leyenda, se le puso nombre a aquello que bailaban. Eso fue en el 1927, pero en los siguientes años el baile siguió evolucionando: se inventaban nuevos pasos, Frankie empezó a bailar más horizontal o agachado, en ese estilo que posteriormente popularizarían los Rhythm Hot Shots; y también introdujo en el baile los air steps o aerials o aéreos, como lo llamamos en español.

Pero el papel de Frankie no terminó en estar en el meollo de la cuestión cuando nació el lindy hop. Hacia la segunda mitad de los años 30 el lindy empezó a mostrarse en shows y actuaciones en Nueva York y en clubs y teatros a lo largo y ancho de Estados Unidos e incluso en Europa y Sudamérica. El grupo, llamado por el nombre del que era su manager, Whitey's Lindy Hoppers, empezó a mostrar al mundo este nuevo estilo. Cuando esto pasó no solo a los teatros sino al cine, el éxito del lindy empezó a ser aún más notorio. Los lindy hoppers aparecieron en diversas películas, como A Day at the Races (1937), Radio City Revels (1938) o Helzapoppin (1941), escena considerada hoy la muestra suprema del lindy hop clásico y que podeis ver remasterizada en Vimeo (¡pincha en los enlaces para ver los vídeos!)

Con la 2ª Guerra Mundial, Frankie se vió obligado a entrar en el ejército. Al término de la guerra, intentó montar su propio grupo de lindy hoppers para actuaciones (llamado Congaroo Dancers), pero el negocio del swing estaba en decadencia y tras unos 8 años Frankie decidió sentar la cabeza y dedicar el resto de su vida a desarrollar una familia y una vida estable, trabajando en una oficina de correos por el resto de su vida.

¿Por el resto de su vida? ¡No! Una apacible tarde en la oficina de correos Frankie recibió una llamada de dos bailarines que querían que les enseñase un poco de lindy. Se trataba de Erin Stevens, a quien hoy puedes ver enseñando los básicos del Lindy Hop junto a Frankie. Al principio fue reticente, pero poco a poco se fue animando, y así comenzó una segunda fase en la vida de Frankie en el Revival del swing. Frankie, a sus 70 años, se convirtió en un consagrado profesor de baile, y le llamaron no solo para enseñar en Nueva York, sino también en Herräng, Suecia. El Revival del lindy hop había llegado, y Frankie era una leyenda viva.

Probablemente le debamos a Frankie la buena energía que existe en el lindy hop. Por supuesto es algo que construimos entre todos, pero Frankie hizo que llegaran hasta nuestros días determinadas líneas principales como que el propósito del baile es disfrutar


, la competitividad sana, las claves de la conexión que permiten que cualquier persona, hable el idioma que hable, pueda bailar e improvisar en el lindy hop; las coreografías históricas que todos disfrutamos como el shim sham, el tranky doo y la big apple; y sobre todo la inclusividad de este baile.

Por eso cada 26 de mayo recordamos a Frankie Manning, un símbolo del lindy hop como baile inclusivo, en el que lo importante es pasarlo bien independientemente de tu origen, género o edad. Si quieres consultar fuentes originales, echa un vistazo a la web de la Frankie Manning Foundation. Además, hay una biografía de Frankie escrita a base de entrevistas por Cynthia Millman. Está en inglés, pero con el google translator en una mano y el libro en la otra, se lee bien y además es muy entretenida.

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